Intentaré no ser demasiado ambicioso en mi primera entrada sobre India. Hay demasiado que contar y son muchas las emociones. Reconozco que este país no era una de mis prioridades, pero cuando surgió la oportunidad no me lo pensé. Tengo la sensación de estar en otro planeta. Me cuesta encontrar la tranquilidad y la inspiración necesarias para escribir siquiera unas líneas. Llego a casa mentalmente exhausto y sobre excitado. Cuando lo hago me doy una ducha y me tumbo en la cama mirando al techo, donde no veo más que vacas, polvo, basura, sonrisas, motos y gente, mucha gente. Vrindavan tiene solo 56.618 habitantes según el último censo (se realiza uno cada diez años), pero la gente vive todo el día en las calles y éstas son estrechas, así que la sensación que uno experimenta es esta, Hare Krishnas incluidos…
La India tiene siete ríos y siete ciudades sagradas y yo vivo en una de ellas. Una especie de Lourdes, guardando unas enormes distancias. La tradición cuenta que aquí nació el dios hindú Krishna y los peregrinos son multitud. Consecuencia: no es que sea absolutamente imposible encontrar alcohol, carne, huevos o pescado, es que está terminantemente prohibido tener cualquiera de estos elementos donde me alojo, por ejemplo. Mi actual dieta es rigurosamente vegetariana (salvo los lácteos) y para tomar algo de pollo o una cerveza (ay…) tienes que alquilar una especie de moto infernal que, después de una hora de baches y pitidos, te deja en la ciudad de Mathura, también sagrada pero menos, entre otra cosa porque allí hay una comunidad musulmana importante. Esto es Mathura…
La sensación de libertad es inmensa, entre otras cosas porque aquí cada uno hace lo que le da la gana. En el tráfico el más pequeño le cede siempre el paso al más grande, así que eres libre de suicidarte. Con la basura, tienes la libertad de elegir si tirarla en el riachuelo nauseabundo de la derecha de la calle o en el de la izquierda. La gente te habla, te pide, se te ríe en la cara cuando das un salto para evitar morir atropellado, te sonríe, te acompaña cientos de metros aunque no les hagas ni caso. El problema viene cuando no tienes la libertad de dejar de oler o escuchar. En el primero de los casos puedes pasar del más delicioso de los inciensos o currys al peor de los alcantarillados. En el segundo, de las risas de los niños o los cantos religiosos a los insufribles y eternos pitidos de coches y motos. Mirad la cara de enfado de mi amigo Peter en este, más literal que nunca, atasco…
Hay un aspecto que me asombra sobremanera, y es la anormal relación inversa entre pobreza y violencia. Pocos lugares veré en el mundo más pobres que este. Me he metido en sitios donde los niños juegan al lado de los cerdos, donde la gente vive bajo unas telas rodeada de la peor de las basuras, pero la sensación de seguridad es absoluta. La gente te mira con curiosidad, algunos te piden dinero, fotos o te sonríen, pero no percibes ni una sola mirada amenazante. Otra cosa es si eres mujer y extranjera. La sensación es diferente, especialmente dependiendo de la ropa más o menos ajustada y escotada que lleves. Por cierto, según The Times of India de la semana pasada, entre 1971 y 2010 las violaciones se han incrementado en un 792%, pasando de 2.487 a 22.172. Los robos un 27%, pasando de 18.402 a 23.393. Sin comentarios…
Una última reflexión antes de acabar esta primera entrada. La pobreza y la suciedad son extremas, pero la higiene personal de la gente es exquisita. Una cosa es tirar las basuras donde sea y otra es que uno vaya sucio y con ropas rotas, excepción hecha de los niños de la calle (la de risas y bromas que tuve que soportar en mi primer día de colegio por llevar un par de agujeros fashion en mis vaqueros). Para muestra os dejo esta mujer lavándose y después una bocacalle de su barrio. ¿Cómo harán para tener siempre una ropa tan radiante?…
Esto es todo por ahora. En el próximo episodio os hablaré del colegio donde he venido a dar clases y de sus niños. Os adelanto un video que he hecho con algunas de las 627 fotos que he sacado durante estos cinco primeros días en India. Yo es que no me canso de verlo…
Welcome to Asia! India es un buen comienzo 🙂
Y bienvenido también a uno de esos sitios donde «nada importa»…
Besos
Gracias 🙂
Es verdad, voy a necesitar paciencia con los mayores que se lo toman todo con bastante calma y también con los pequeños, que no tienen ninguna…
Tengo curiosidad por si te resultará adictivo o te saturará, ahora leete el Mahabharata y ya estarás en inmersión total.
Un abrazo y disfruta
Creo que me saturará un poco, pero hasta que llegue el momento voy a disfrutar bastante…
Un abrazo 😉
Q pasada Gogo!! Alucino!! Espero q sigas contandonos tantas cositas!! Sigue disfrutando , te quiero mucho!!!
Pronto, pronto cuento más. El próximo va de niños, así que no te lo pierdas…:)
Besos
Hola Jorge, veo que la India te ha impresionado mucho y te lo esta pasando bien en el colegio de la Fundacion Dharma-FFLV.
Como te va con los niños y las clases, mandame un e-mail comentandome como estas
Un Saludo y gracias por tu colaboracion.
Director General-Fundación Dharma.
Luis Antonio Pulido Cubero
Telf.-+34-625432330
Hola Luis
En cuanto tenga un ratito te mando un mail largo y te cuento. Un abrazo
Muy bien amigazo !!
que envidia sana me da de verte pos esos lados disfrutando y ayudando a la humanidad !!
Un gran abrazo desde Chile.
:):)
Gracias wn, otro abrazo para ti. ¿Estás ya en Chile o sigues en Australia? A ver si te pillo algún día en algún sitio…;)
Cuidate