Carnavales. La gente se vuelve loca. Cuatro días en los que las autoridades hacen llamamientos a la gente para que no se gasten todo el dinero de la quincena (aquí cobran cada 15 días). Cuatro días para olvidar que se carece de algunos servicios básicos. El carnaval no se perdona. La ciudad de Panamá tuvo el agua cortada en algunas zonas durante dos meses por problemas con la depuradora, pero los dos millones de dólares para el carnaval son innegociables…
El hecho es que el jueves por la mañana nos levantamos a las 5 y Joseluis me trajo hasta Penonomé. Resulta sorprendente el increíble atasco que ya hay formado a esas horas para entrar a la ciudad. En una capital sin cercanías, con escaso servicio de autobuses y con la gasolina baratísima es normal que esto ocurra. Afortunadamente las salidas eran otra cosa y a las 7 ya estábamos aquí.
Mala suerte. Imposible seguir hacia el norte. Mi siguiente objetivo es el pequeño pueblecito de montaña de Boquete. Para eso deberé coger un bus de Penonomé a David. Pero amigo, es carnaval y la gente atesta los buses. Ni siquiera paran aquí en su camino de Panamá a David. La recomendación que me han dado en el restaurante donde a veces paran es que “juegue vivo” y que les “meta mano” cuando pasen por la carretera. Si hay alguna plaza pararán y si no…
Siento no poder poneros fotos de cómo es esto, pero mi portátil se quedó en Panamá y me resulta imposible descargarlas en estos cyber cafés. Sí os cuento que Penonomé fue la capital del país mientras Panamá se recuperaba del saqueo y destrucción de la ciudad por el pirata Morgan, pero hoy en día sobran diez minutos de media hora para verlo en su totalidad. Os pondré dos fotos de las cuatro que saqué ayer en otras entradas al blog.
También os hablaré de un proyecto de formación a distancia por radio para la población. Estuve charlando un rato con una asociación de profesoras muy amables que graban lecciones emitidas por radio para que la gente, con libros como soporte, pueda aprender.
Miro por la ventana. La gente lleva un termito colgado del cuello con hielo y seco, un licor de 40 grados hecho de caña de azúcar. Así no tienen que perder tiempo buscando un lugar en busca de bebida que les agite los sueños. Luego vienen camiones de agua que regalan manguerazos a los que desafían sus ruedas. Yo me conformaría con un bus a David…
Ánimo guapu!!! Seguro q consigues llegar a David pronto!! Y si no, nunca está de más para ir a Brasil un curso intensivo de portugués durante un par de días…