(He programado este breve post para que se publique cuando esté volando camino a Nueva Zelanda, donde llegaré el domingo 19 a las 7:50 hora local, sábado 18 a las 19:50 hora europea)
La señora que me vendió el ticket de Jimma a Adís Abeba me guiñó el ojo y me dio el primer asiento del bus. Curiosamente, y como si de una película de cine a modo de resumen se tratase, pude ver una hiena solitaria cruzando la carretera, como si quisiera despedirse de mí en nombre de todas sus compañeras. También vi monos que huían espantados a nuestro paso como aquellos de las montañas Simien. Y cómo no, vi primeros planos de baches, vacas y camellos cruzando la carretera, y gente caminando a ambos lados de la misma, siniestro cocktail que hacen que este país figure en el top 10 mundial por lo que a accidentes de tráfico se refiere. Ahora que ya no voy a volver a la carretera os lo puedo decir…
Quiero aprovechar ahora que Etiopía se acaba para agradeceros a todos vuestros mails y comentarios, aquí en el blog o en Facebook. En este último medio aún puedo poneros un rápido “me gusta” pero en el blog no. Me hace verdadera ilusión leerlos y, como bien dice mi amigo Cristián de Santiago, me hacen sentir que podré estar lejos, pero nunca solo. Así que gracias de corazón a Teresa, Chema, Patricia, Suso, Ana C, Ana Cb, Ana Pz, Ana Pr, Joaquín, Leo y Emilia, Isabel G, Isabel S, Alicia, Alfonso, Marcelo, Nicolás, Conchita P, Borja, Mónica, Óscar, Inmaculada, Macu, Carmen M, Nahla, David y a todos los que me pueda dejar o no conozca. El pitidito en el móvil de aviso de nuevo comentario es mi canción favorita cuando viajo 🙂 Y por supuesto a Alberto, que seguro que me sigue leyendo allá donde esté…
Los dos últimos días en Adís Abeba deberían haber transcurrido sin sobresaltos. Pero como las casualidades son lo que son, cuando volvió la wifi de uno de sus habituales apagones, pude leer el comienzo del mensaje privado de Samir en Facebook: “Jorge, no podré alojarte en casa cuando vuelvas de Etiopía…”. Vaya, qué habrá pasado. A ver si se descarga el resto del mensaje…
“…mi hija Sara ha muerto en un accidente y salgo en cinco horas hacia Canadá. Puedes quedarte en casa de Irene. Lo siento mucho”
Justo el día anterior nos estábamos lamentando por las escasas doce horas que iba a pasar en El Cairo y el poco tiempo que eso era para poder contarnos todo lo pendiente. Pensar en la locura que tienen Samir y su esposa por sus hijos y saber la causa de nuestro no encuentro me está provocando estos días una tristeza infinita. En este continente, donde he podido comprobar que la vida y la muerte van más de la mano que en ningún otro lugar que haya visitado, me he llevado dos profundos disgustos. Tengo ganas de salir ya hacia otro lugar. Esperemos que en Oceanía se acabe esta terrible racha y el año nuevo cambie de rumbo.
Pese a todo, os dejo con una foto que me gusta mucho y que me hace sonreír. Quiero que sea la foto resumen de Etiopía. Y que, aunque cueste, no perdamos nunca la sonrisa. Hasta pronto…
Jorge , siento mucho la desgracia que ha acaecido en casa de tu amigo Samir, la vida es así de imprevisible. » La vida es aquello que te va sucediendo mientras tú vas haciendo otros planes ». Un fuerte abrazo y disfruta de tu viaje… Preciosa la fotografía de la niña etíope
Teresa
Ay Jorgico, qué agradecido y qué majo!
La verdad es que es un placer leerte. Creo que una de las cosas muy buenas que tiene tu blog es que lo que cuentas es muy real, con sus luces y con sus sombras. Compartes con nosotros tus ilusiones y alegrías y también tus decepciones y tus penas. Eso hace que quien te lee se sienta muy próximo y hasta un poquito implicado en tu odisea.
Besicos
GRACIAS.
Mis pensamientos están con Samir durante su tiempo de dolor.
Que descanse en paz,Sara.
Gracias a ti, Jorge. Siempre aprendo de tus posts.
Vaya Fotón, keep safe!
Gracias a ti por enseñarnos la luz y la oscuridad del mundo atraves de tus ojos. Desearte suerte para la continuidad de tu viaje, y apoyar a tus amigos y a ti por la pérdida de Sara, bsss
Gracias Jorge por llevarnos en tu mochila y dejarnos disfrutar de momentos tan especiales, buenos y malos. Saluda a los elfos si te los encuentras en las nuevas tierras que visitas 🙂
Aprovechatė de tu aventura y vive cada día como si fuera el último. La vida en la Riviera Maña es muy rutinaria y aburrida. Que cuando vuelvas aquí no te arrepientas de no haber hecho algo que podías hacer y que al final no hiciste. Exprime hasta la última gota esta superexperiencia. Qué envidia me das tío… Un abrazo fuerte!!!!!
Jorge, estoy deseando volver a leer tus relatos de esta fantástica aventura.
Mucha suerte. Un abrazo