He querido esperar un tiempo prudencial para escribir este último post que cierra, por fin, el viaje “Dando una vuelta”. Pido excusas a los que esperaban que lo hubiera hecho antes, pero de verdad que quería dejar pasar el tiempo para que las sensaciones se aposentaran y poder explicarlo mejor.
Como podéis imaginar el regreso a casa de un viaje de ocho meses resulta un tanto extraño, y si no tienes casa pues todavía más. Durante la primera semana llegué a dormir en tres lugares distintos, hasta que mi amigo Simón me acogió en su apartamento el tiempo que hiciera falta. Sí, sí, aquí en Zaragoza también tengo muy buenos amigos 😉
No os cuento ningún secreto si digo que las primeras horas en tu ciudad transcurren entre bienvenidas, comidas y cenas. Como normalmente son con lectores del blog pensaba que tampoco tendría mucho que contar pero, parece ser, que las historias gesticuladas son más historias. Me hizo especial ilusión acudir a la boda de Nicolás en Pamplona. No hacía ni un mes que nos deleitábamos en el Estadio Centenario de Montevideo y ahí estábamos de celebración.
A los dos días de volver, el Heraldo de Aragón, periódico centenario de mi comunidad autónoma, me hizo una entrevista. Me hizo ilusión acudir a su redacción y estuve contando mi experiencia durante cincuenta minutos. Lamentablemente, Jacobo, un chavalín muy joven que estaba en prácticas, no consideró interesante escribir nada acerca de cómo vive la gente en Etiopía o Corea del Norte, ni de cómo se siente una persona al entrar andando por una ruta histórica a través de las montañas, ni de cómo se combate la soledad, el miedo o el frío en un viaje así, amén de diversas malinterpretaciones… En fin, una lástima. Os dejo una foto de la primera y quizá última entrevista que concedo a un medio escrito. Lo mejor de la experiencia fue Guillermo Mestre, el fotógrafo que me hizo una sesión divertidísima en la plaza del Pilar. Mi agradecimiento desde aquí nuevamente…
A los pocos días de estar en Zaragoza, aproveché la inercia y, con mi amigo y anfitrión Simón, me marché unos días a Budapest. Se me hizo extraño compartir viaje con alguien otra vez. Afortunadamente mi amigo es un bendito y todo le parece bien, así que pasamos unos días bastante divertidos, porque yo no estaba para muchas exhaustividades, y nos dedicamos a una relajada contemplación. Algunas fotillos para los que se quieran animar…
Y, finalmente, tomé la decisión. De hecho creo que ya la tenía tomada desde mayo, pero las visitas a Buenos Aires y a São Paulo me llenaron de tal felicidad que, por un momento, me hicieron dudar. Esas dos ciudades, culturalmente fascinantes y llenas de tantos amigos, me dejaron el corazoncito en urgencias, con mi Sheilita linda como la guinda de un pastel afectivo con Sudamérica que no se me olvidará nunca. Pero Hong Kong… Allí sólo tengo un amigo, pero también un proyecto. A David ya os lo presenté en su día, allá por mayo. Y sobre nuestro proyecto todavía no os puedo dar muchos datos. Estamos en trámites con el gobierno de la ciudad para conseguir los permisos necesarios y comenzar nuestra actividad, así que no quiero precipitarme contando cosas. Eso sí, todo marcha bastante bien… 🙂
Una vez tomada la decisión me vine a mi islita de paz aquí en Jaca, en el Pirineo aragonés. De hecho, en este lugar he tomado siempre decisiones muy importantes. Es curioso cómo se puede encontrar la inspiración en los lugares y momentos más insospechados. Cuando dudaba sobre si comenzar o no un viaje como el que acabo de terminar, estaba en Jaca. Como sólo tenemos un cine que sólo proyecta una película los sábados, domingos y lunes, y yo ya estaba cansado de pensar, aquella Guerra Mundial Z se antojaba como la película perfecta para pasar un rato distraído sin más complicaciones. Esta brevísima escena transcurre en una pequeña habitación donde una familia permanece atrincherada para protegerse de los malos. Y ahí estaba Brad Pitt para darme el último empujoncito que me faltaba y decidir emprender el viaje de mi vida…
Movimiento es vida. Movimiento es vida… Así que en ese momento me decidí. Pensé que de ese viaje sólo podía salir algo bueno. Y así fue, así ha sido. Gracias a él he hecho nuevos amigos hasta en la propia Jaca. Hace una semana me ofrecieron dar una charla en El Ateneo (dulce e irónica casualidad porteña), un café literario del lugar , y mi ordenador y yo estuvimos más de dos horas hablando de la India, Irán, Etiopía, Corea del Norte… libros, anécdotas de viajes… Y cuando Fernando cierra el café para los próximos y te quedas a degustar sus trucos en forma de cocktails y demás, te dan las tres de la mañana y vuelves a casa pensando que el movimiento, aunque sea en forma de eses, es vida…
Así que me he venido a Jaca a escribir el último post, por mi curiosa manía de cerrar círculos. En el cine ponen “Chef” pero ya no necesito inspiración, sólo despedirme. Por eso preferí subir a una cumbre que tenía pendiente y que me hacía mucha ilusión conquistar. Qué mejor manera de decir adiós a mis montañas queridas. El billete a Hong Kong es sólo de ida, así que no sé cuándo las volveré a ver…
Como veis el tiempo no acompañó y me mojé bastante. Antes de este viaje es muy probable que no hubiera llegado hasta la cumbre, vistas las condiciones…
… pero ahora me atrevo con casi todo, y subí como el aries que soy. Recordé aquella frase que dice que no se viaja para ver cosas nuevas si no para ver las viejas con diferentes ojos… 😉
Me marcho. Cuando algo termina, algo comienza. Por cierto, el proyecto “libro” tendrá que esperar. Ya tenía el índice y un par de capítulos, pero los acontecimientos en Hong Kong se han precipitado y el desembarco, que yo imaginaba para después de Navidades, será el treinta de septiembre. Mejor 🙂
Quiero acabar dándoos las gracias a todos por haber leído alguno de mis posts, no sólo por el hecho de hacerlo, si no porque escribir para vosotros ha sido sin duda la mejor manera de combatir la soledad a la que un viaje así a veces te obliga. La alegría de leer vuestros comentarios en Facebook, Twitter o en este mismo blog era uno de los momentos mejores del día. Me hubiera gustado poder responderlos todos pero muchas veces las circunstancias mandaron…
Y qué decir de la gente y de los nuevos y viejos amigos encontrados durante el camino. Ellos sin duda han sido lo mejor de esta maravillosa experiencia. Acabo con ellos porque son lo que más echo de menos con diferencia. Hay viajeros de lugares y viajeros de personas. Ninguno encaja sólo en una de las dos categorías, pero digamos que, si tengo que elegir entre el Taj Mahal o una tertulia de viejos o nuevos amigos entre cervezas, ya no necesito ni siquiera abridor, que una de las cosas más útiles que he aprendido en este viaje ha sido a abrir los botellines con un tenedor… Sí, ya lo sé, pero qué le vamos a hacer 😉
¡¡¡Hasta siempre!!!
Te echaremos de menos, como durante el viaje que has hecho todo este tiempo. ¡Pero te deseo lo mejor y te mando mucho ánimo para que alcances todo lo que te propones! =)
Una despedida preciosa, vete, haz tu proyecto realidad y ya sabes, aquí siempre tienes tu casa, te quiero hermanito
Leyendo esto desde nuestro rincón verde y apurando los últimos rayos , estoy entusiasmada deseando siguiente post, jeje veci yo no me despido cada vez que escribes pienso que estás por abajo….mucha suerte proyectó nuevo, me tienes informada y nos veremos en el Hilton jejejeje . Suerte 😘😘😘😘😘😘
Vaya Jorge me he emocionado con tu último post. Espero que te vaya genial en Hing Kong, y que , aunque sea de visita vuelvas pronto a España ( nosotros en año y medio creo que volvemos) muchos besotes de todos 😘😘😘
Mucha suerte en tu nueva etapa, espero nos sigas manteniendo informados de tu vida que siempre es muy interesante. Desearte suerte y mucha felicidad, espero poderme despedir de ti. Como siempre tu despedida emocionante, entrañable y envidiable. Btsss y aki tienes tu casa
¡Cómo te voy a echar en falta MAESTRO!! Leo y releo este último post y lloro con una mezcla agridulce de profunda añoranza y sentida ilusión. Como siempre te digo…..VIVE!! Y no olvides que a le vera de las montañas tienes otra casa SIEMPRE……te quiero, truhán!!
Jorgito, eres un fenomeno…..suerte con el nuevo proyecto… A ver sinte devolvemos la visita a hong kong
Qué bonito…. qué emocionante…. ha sido un placer y una suerte haber compartido contigo este maravilloso viaje. Gracias. Solamente espero que encuentres la felicidad vayas donde vayas y que soy una afortunada por haberte conocido «mi querido Juan». Suerte amigo.
Petons.