(NOTA: Por temas de conexión a Internet, publico este post el domingo a las 9:10 justo antes de salir hacia mi ruta pese a haber sido escrito ayer por la noche. Las frases que hacen referencia a mañana son hoy 😉 )
Este post va a ser distinto. Tiene que ser distinto. Son las 23:43 y me caigo de sueño, pero mañana es el día. Mañana cruzo. Y claro, como ya sabéis que este blog se escribe más o menos en directo, no quiero escribir sobre Francia una vez en España y que se me mezclen los sentimientos actuales con los de la llegada. Así que, me perdonen mis adorados amigos franceses, seré breve para poder publicar este artículo mañana por la mañana antes de salir…
El vuelo de São Paulo a París con Royal Air Maroc no tuvo mayor historia que las grandes turbulencias a la llegada. Alegría y alivio al poner pie en tierra a las 16:05 y pensar que ya no tenía que tomar más aviones. La alegría se esfumó al comprobar que mi equipaje no había llegado conmigo. Al reclamar la pérdida me dijeron que volviera a las 23:00 y que había un 90% de posibilidades de que allí estuviera. Al día siguiente salía hacia los Pirineos en tren, así que temblaba ante la posibilidad de no poder contar con mis botas y toda la ropa de montaña. Pasé esas horas un tanto preocupado, menos mal que en el mismo aeropuerto estaba Alban para hacérmelas más llevaderas. Ya os presenté a mi amigo en aquel viaje a Normandía pero lo voy a volver a hacer. Se ha convertido en una tradición que Alban me reciba en su casa con una variedad de quesos, embutidos, vinos y licores que es imposible dejar de probar. Y cuando acabamos con ellos, seguimos con la siguiente tradición, que es irnos a tomar un steak tartare… Os re-presento a mi amigo. La cara que está a su lado es la que se le queda a uno después de 12 horas de vuelo, tres de escala, un equipaje perdido, cuatro variedades de queso, una de embutido, más de media barra de pan (ay, cómo lo echaba de menos) y, de verdad que no exagero, siete variedades de vinos y licores…
Y después de ese steak tartare y de una agradable tertulia, oooootra vez a Orly. Hora y cuarto de somnoliento trayecto en metro y tranvía y, tachán, ahí estaba mi mochila. Varios besos y abrazos después, repartidos entre mi mochila y la encargada del aeropuerto, ya estábamos de vuelta a casa. Alban tuvo misericordia y anuló los numerosos planes de fiesta que tenía para mí esa noche. Repté como pude a la cama y dormí profundamente. Sonreí: ya estaba en Europa. Mi último pensamiento fue para la mirada de la gente de la calle cuando besaba los euros que salían del cajero automático. Y es que, en la patria de Moliere, uno tiene derecho a sentirse nostálgicamente avaro… 😉
El tren a Lannemezan, en los Pirineos franceses, salió a la hora exacta. Lástima que llegara a su destino con más de una hora de retraso. Lo malo no fue que un viaje de siete horas se convirtiera en otro de ocho. Lo malo fue que hice esperar una hora extra a mis queridísimos Rose y Bertrand en la estación. Daba igual, Rose siempre te recibe con una sonrisa. “No pasa nada Jorge, cada uno tenemos nuestro libro y te hemos esperado tranquilamente en el coche”… Es imposible no quererles. Veinte minutos después, llegada a su casa de Camous, muy cerca del comienzo de mi ruta. Y si Rose es adorable, imaginaos a su madre. Entrañable abuelita francesa de padres españoles que cocina como supongo que cocinará el chef de todos los santos del cielo. No os voy a dar envidia con la lista de delicatesen de estos dos días, pero pensad: Francia, gastronomía, productos del huerto, Pirineo, flanes, dulces, ensaladas, pastas, vinos, quesos, verduras, carnes… ay, ya he soltado la lista, lo siento, era inevitable. En fin, os dejo una foto de la familia después de una de las cenas. De izquierda a derecha, Bertrand, Tragaldabas, Rose, Jeanette (mamá de Rose) y Jean-Luc (hermano de Rose)…
Rose y yo nos conocimos en la Expo 2008 de Zaragoza. Además de hacernos inseparables, nos volvimos a encontrar varias veces en la misma Zaragoza y en Pau. Ahora, ella y Bertrand (una bendita suele casarse con un bendito) pasan parte de sus vacaciones en esta zona y me han ayudado enormemente con los preparativos de mi ruta. Sin ellos no lo podría haber conseguido. Al llegar a Camous ya me tenían preparados mapas y varias delicias portátiles más para mi nutrición allá arriba. Ah, y encima se llevan parte de mi equipaje a Pau para aliviar el dolor de mis cuestas mañana. He dicho ya que es imposible no quererles, ¿verdad?…
La mañana de hoy la hemos pasado en un mercado tradicional de Saint Lary. No quiero acabar el post sin poneros alguna foto del mismo antes de acabar…
Por cierto, adoro esa costumbre de comerciante avispado de dar a probar la mercancía, pese a algunas caras mezcla de duda y temor a la dieta…
En el mercado he aprovechado para comprar una botellita de champán con la que celebrar en la frontera. También quería comprar seis flores para tener un pequeño recuerdo en el mismo lugar con Alberto, Sara, Antonio, Charo, Manuel y José, amigos queridos y familiares de amigos queridos que se han marchado durante mi viaje y que, estoy seguro, algo habrán hecho para que todo me haya ido tan bien (bueno, Manuel es una excepción porque se fue mucho antes, pero tiene que estar conmigo en ese lugar porque me regaló un momento precioso en Chile que nunca olvidaré…) Pero claro, como la familia que me acoge estos días es como es, me han pedido por favor que tome las flores que quiera de su jardín. Flores de mis amigos, para recordar a mis amigos…
Ya está. No puedo más. Es más de la una y mañana tengo que madrugar. Durante el desayuno tendré conexión a internet y publicaré este mi último post desde el extranjero. No os preocupéis: son solo unas siete horas de caminata como máximo, con 1.000 metros de desnivel de subida en la parte francesa y 700 de bajada en la parte española, nada del otro mundo. Después llegada a la carretera justo al comienzo del túnel de Bielsa. Desde ahí, auto stop hasta dicha localidad y, si nadie para, dos horas más de sonriente paseo. Y si el corazón ha aguantado el encuentro con tantas personas maravillosas durante este viaje de ocho meses, lo de mañana será coser y cantar. Pronto os lo cuento, desde el otro lado… 😉
Querido Jorge , por fin camino de casa Ay !!cuantos buenos ratos nos has hecho pasar !!! Y que agradecida estoy personalmente por ello Ahora falta lo mejor del final del trayecto » El vivo y el directo » FELIZ TRAVESIA PIRENAICA Un anticipado abrazo desde el pueblo
Teresa
Bienvenido a casa PERO no dejes de VIAJAR….por todo y por TODOS……muuaakkkkk!!
Por fin de vuelta Puch!!! Buen viaje y bienvenido:!!! Muchos besotes
Bienvenido a casa compañero…!!! Vamos, un último esfuerzo que ya no queda nada…!!!
Te espero en la piscina que seguro que no callaras 😂😜😉
Bienvenido a casa, vamos a echar de menos tus post, por suerte te tenemos en vivo y en directo.
Un fuerte abrazo.
Todo llega y todo pasa. Nos afanamos en la espera y una cierta tristeza nos aborda cuando por fin lo deseado llega y en ese mismo instante desaparece nuestro objeto de deseo. Me imagino, no, sé seguro que ahora mismo tienes sentimientos tan intensos y tan dispares que ni siquiera podrías decir si estás contento o triste. Necesitarás reposar todo lo que has vivido en este viaje, también recordarlo y revivirlo para recrearte en algunos momentos que quizás pasaron demasiado rápido, incluso recuperar alguno de los malos te traerá sin duda algo bueno. Nunca nos bañamos en las mismas aguas y el Jorge que ahora vuelve a Zaragoza no será el mismo que mandamos hace meses a recorrer mundo.
En fin Jorgico, que me alegro de que hayas podido hacer realidad tu idea de dar la vuelta al mundo, me alegra que el balance sea positivo y me alegrará poder charlar sobre ello tranquilamente (o aceleradamente, lo que toque) en persona.
Un beso muy gordo
Eres muy grande Jorge. Enhorabuena por tu viaje, por la experiencia vivida, por ser tan buen contador de historias y, sobretodo, por dejarnos compartir contigo tantos sentimientos.
todo muy bonito ,y con tantos amigos ya se puede dar la vuelta al mundo …eso es que tu eres muy buen amigo y te haces querer …todo un lujo ,lo cuentas genial ..espero verte pronto …besikoss,emi